Antes de explicar cómo podemos potenciar una comunicación asertiva en la pareja, vamos a explicar en qué consiste la asertividad y, por ende, la comunicación asertiva. La asertividad consiste en una manera de expresar nuestras ideas, pensamientos, deseos y sentimientos, defendiendo nuestros propios derechos a la vez que respetamos a la otra persona.
Un ejemplo de asertividad es decirle a nuestra pareja: “Aunque sé que no lo haces con mala intención, me molesta que llegues tarde a las citas. ¿Puedes intentar cambiar esto?”
Es decir, la asertividad implica ser honesto con lo que uno/a quiere sin llegar a resultar soez o irrespetuoso. En cierta manera, se trata de un punto medio entre la agresividad y la pasividad. Muchos resumen la asertividad como “la capacidad de decir no”, aunque es un elemento un poco más complejo, y engloba otros aspectos, como hemos visto.
Así, la comunicación asertiva es un tipo de comunicación donde se aplica la asertividad, a través de lo que hemos explicado. Es decir, implica expresar nuestros pensamientos y deseos teniendo en cuenta nuestros derechos pero también los de la otra persona. Es una forma de hablar con respeto, realizando sugerencias o expresando opiniones sin faltar al respeto o sin ser arrogante o maleducado/a.
De esta manera, cuando existe una comunicación asertiva en la pareja, los dos miembros de la misma son capaces de expresarse con total libertad, tomando conciencia de las necesidades del otro pero sin olvidar las suyas propias. La comunicación asertiva permite que seamos nosotros/as mismo/as y que nos respetemos.
Algunas de las ventajas de la comunicación asertiva en la pareja son:
La primera ventaja de la comunicación asertiva en la pareja es que se trata de un tipo de comunicación que permite marcar ciertos límites dentro de la pareja; estos límites pueden aludir a aspectos o comportamientos que no nos gustan o que no toleramos, por ejemplo. A través de la asertividad se puede “negociar” con la pareja qué nos gusta y qué no.
A raíz del punto anterior, encontramos también la posibilidad de negociar las cosas que necesitamos dentro de la relación de pareja. Es decir, podemos expresar nuestras necesidades, pero también nuestros deseos, preferencias, etc.
Promover una comunicación asertiva en la pareja presenta otra ventaja, y es que ayudas a potenciar la empatía de tu pareja. A través de mensajes asertivos que le envíes (de forma educada), ella podrá ponerse en tu lugar, imaginando lo que sientes en ese momento y por qué le pides una cosa o la otra, por ejemplo.
Si somos capaces de decirle a nuestra pareja (y ella a nosotros) lo que pensamos “sin tapujos”, de forma respetuosa y educada (en definitiva, a través de una comunicación asertiva), estaremos contribuyendo a crear un clima de bienestar y convivencia agradable dentro de la relación.
Para ello, es bueno utilizar palabras como: “por favor”, “gracias”, “de nada”, “lo siento”, etc. Lo importante es que podamos decir las cosas que pensamos sin quedárnoslas para nosotros, siempre y cuando sean cosas que puedan ayudar a mejorar la relación.
¿Cómo mejorar la comunicación asertiva en la pareja? Vamos a ver algunas técnicas y consejos para potenciarla o mejorarla:
No todos los temas deben tratarse en el mismo momento del día, ya que hay temas más sensibles que otros, y además, el estado de ánimo de nuestra pareja también puede condicionar nuestra elección. La comunicación asertiva en la pareja se consigue gracias a tener en cuenta este y otros aspectos. Es por ello que, es importante, además de aprender a saber decir las cosas que pensamos, escoger el momento oportuno para hacerlo. Esto no quiere decir que a veces no pueda ocurrir que debamos decir las cosas rápido o en momentos de urgencia.
Pero siempre que podamos deberemos atender a cómo está nuestra pareja en ese momento, si ese comentario le molestará especialmente, etc. Es decir, debemos decir lo que pensamos pero ajustándonos al contexto.
Además de escoger el momento más idóneo para decir ciertas cosas o para sacar ciertos temas, es importante también escoger qué palabras utilizamos para decirlas. Esto mejorará nuestra comunicación asertiva en la pareja. Una buena idea es utilizar palabras o expresiones que no tengan un carácter absoluto o categórico.
Además, podemos utilizar expresiones amables y agradecidas, que promuevan la cercanía; por ejemplo “gracias por la sugerencia, pero no pienso igual que tú”, o “disculpa si te molesta lo que voy a decir, pero…”, etc.
La asertividad se basa en la sinceridad. Por eso no tiene sentido adornar la realidad, maquillarla, exagerarla o incluso mentir sobre ella, porque al final todo se acaba sabiendo, y descubrir una mentira de tu pareja se aleja mucho de mantener una comunicación asertiva. Es decir, como hemos visto, la asertividad se basa sobre todo en decir lo que uno/a piensa, y la base de ello es la sinceridad.
Otro elemento importante a la hora de transmitir lo que pensamos es el lenguaje no verbal que utilicemos para hacerlo (esto incluye los gestos, la postura, el tono de voz…). Por ejemplo, no es lo mismo utilizar un tono afable, que agresivo, imperativo, duro, suave, cercano, etc. Así, el lenguaje no verbal es tan importante como el verbal, y es por ello que una comunicación efectiva y asertiva se basará en transmitir mensajes coherentes (es decir, coincidentes) tanto en su forma verbal como no verbal.
Concretamente, el tono en el que decimos las cosas, influye mucho en cómo la otra persona recibe la información. Por otro lado, los gestos que acompañen el mensaje también deben ser los adecuados, así como la postura y la distancia entre la otra persona (uso del espacio personal).
Fuente: https://psicologiaymente.com/